España sigue muriendo… y ahora matando

Este gobierno pasará a la historia por su obsesión con la muerte (…) en vez de preocuparse por proteger a los más débiles, se les abandona y se abre la puerta de par en par al homicidio legal, al horror disfrazado de compasión (…) es una derrota a la civilización y es una victoria de la cultura de la muerte, de quienes creen que hay unas vidas más dignas que otras.

Reconstruiremos todo lo que su sectarismo  y su odio destruya y recuperaremos el respeto a la vida (…). (Santiago Abascal. VOX)

España aprueba la regulación de la eutanasia y el suicidio asistido en un momento que sufre cientos de miles de muertes por el Covid-19 asignando recursos estatales para esta práctica. Una situación lamentable para aquellos que consideran que la muerte nunca es, ni ha sido, la solución. Bajo el disfraz de un “derecho” y la “libertad” de decidir si morir o no, el Gobierno de José Sanchez se afianza como el Gobierno de la muerte.La asistencia médica podrá ser solicitada por aquellos pacientes mayores de edad que sufran una enfermedad “grave e incurable” o un “padecimiento grave, crónico e imposibilitante” que afecte a la autonomía y genere un “sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable”.El médico siempre podrá rechazarla si considera que no se cumplen los requisitos. Además, debe ser aprobada por otro médico y recibir luz verde de una Comisión de Evaluación. Y cualquier profesional de la salud puede alegar “objeción de conciencia” para negarse a participar en el procedimiento, costeado por la sanidad pública.

Por su parte, sectores en contra de esta medida consideran la eutanasia como “una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro”, (Conferencia Episcopal Española). “Un médico no quiere que se le muera nadie. Es el ADN del médico”, dijo Manuela García Romero, vicepresidenta de la federación Organización Médica Colegial, al expresar su objeción sobre la implementación de la ley.

España se convierte en el séptimo país del mundo donde la eutanasia será legal, tras Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Colombia, Canadá y Nueva Zelanda.